El principal objetivo de las administraciones públicas debe ser servir al interés público promoviendo el bienestar y el desarrollo de la sociedad en su conjunto. Esto implica garantizar que las políticas y programas gubernamentales se diseñen y apliquen de forma que apoyen las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos, promuevan la justicia social y fomenten el crecimiento económico, la sostenibilidad, la responsabilidad y la participación.

¿Qué mejor forma de conseguirlo que a través de la innovación?

Todos los ámbitos de la administración se pueden beneficiar de un sistema de gestión de la innovación sólido y eficaz. Tanto para la agilización y optimización de procesos, como para impulsar iniciativas que refuercen los servicios ofrecidos a la población, la innovación es la herramienta idónea para conseguirlo.

Potenciamos de esta forma el liderazgo de las administraciones públicas para una innovación responsable en los territorios, para que se instrumentalice en el diseño de políticas que sean, además, anticipatorias, inclusivas, reflexivas y responsables.